Los servidores públicos actuarán sin conceder tratos preferenciales, distinciones o privilegios indebidos a organización o persona alguna. Su compromiso es tomar decisiones y ejercer sus funciones de manera objetiva, sin prejuicios personales o juicios de valor, y sin permitir la influencia indebida de otras personas. Al expresar cualquier juicio, éste debe ser profesional y ajeno a circunstancias económicas, políticas o de índole personal y afectiva; tiene la obligación de ser equitativos e institucionales, con objeto de brindar un servicio público eficiente y eficaz.

Los servidores públicos deben conducirse invariablemente con pleno respeto del Estado de derecho, cumpliendo las nomas jurídicas inherentes a la función que desempeñan. Para ello, es su obligación conocer, cumplir y hacer cumplir las disposiciones constitucionales, legales y reglamentarias que regulen el ejercicio de sus funciones, así como apegarse a los principios éticos inherentes a las mismas.

Los servidores públicos deben dar a las sociedad en general, y a sus compañeros de trabajo un trato digno, cortés, cordial y tolerante. Estan obligados a reconocer y considerar en todo momento los derechos, libertades y cualidades inherentes a la condición humana, rechazando cualquier tipo de discriminación, prepotencia o abuso.

Los servidores públicos deben convertirse en decididos promotores de valores y principios en la sociedad, partiendo de su ejemplo personal al aplicar cabalmente en el desempeño de su cargo público este Código de Ética. Deben también tener actitud visionaria, proactiva, innovadora y vanguardista, en la promoción de los cambios operativos que los lleven a mejorar su desempeño, el de la dependencia o entidad donde presten sus servicios, y el de la administración pública en general, y ser motivadores del equipo de trabajo, en el logro de las metas y objetivos de la dependencia o entidad en la que desarrollen su empleo, cargo o comisión, convirtiéndose en férreos promotores de los valores morales, éticos y sociales, así como de la calidad en el servicio público.

Los servidores públicos deben permitir y garantizar el acceso a la información gubernamental, sin más límite que el establecido por las leyes y los derechos de privacidad de los particulares. La transparencia en el serivicio público también implica que los referidos servidores hagan uso responsable y claro de los recursos públicos, eliminando cualquier discrecionalidad indebida en su aplicación. De igual manera, los servidores públicos no deben utilizar la información a que tengan acceso con motivo de su encargo, en beneficio o provecho personal o familiar, ni permitir su uso por parte de terceros, siempre que no sea pública, para satisfacer algún interés particular.

Los servidores públicos deben desempeñar sus labores con esmero, dedicación, profesionalismo y vocación de servicio, y responder por las consecuencias que resulten de su actuación en el ejercicio de la funcion pública, de manera que sus actos como servidor público generen en la ciudadanía, confianza en él y en el gobierno; denunciará y no se hará cómplice de aquel que contravenga las leyes y reglamentos, así como los principios de integridad contenidos en este Código.

El desempeño de los servidores públicos tendrá en todo momento a la excelencia, a la calidad total de su trabajo. Sus actividades se realizarán en apego a los planes y programas previamente establecidos; optimizarán el uso y la asignación de los recursos públicos en el desarrollo de los mismos, para lograr los objetivos en ellos propuestos.

Los servidores públicos deben ser equitativos, justos y correctos en el trato de mujeres y hombres según sus necesidades respectivas, y deben de conducirse dentro de un marco de respeto y en términos de igualdad hacia sus compañeros y usuarios, evitando actitudes denigrantes, que de forma intencional vulneren la dignidad de las personas por causa de género.